martes, 30 de marzo de 2010

Bob Dylan, el próximo 24/6/2010 en Bcn

Spirit on the water  (óyela)
Darkness on the face of the deep
I keep thinking about you baby
I can't hardly sleep
I'm traveling by land
Traveling through the dawn of day
You're always on my mind
I can't stay away
I'd forgotten about you
Then you turned up again
I always knew
That we were meant to be more than friends
When you are near
It's just as plain as it can be
I'm wild about you, gal
You ought to be a fool about me
Can't explain
The sources of this hidden pain
You burned your way into my heart
You got the key to my brain
I've been trampling through mud
Praying to the powers above
I'm sweating blood
You got a face that begs for love
Life without you
Doesn't mean a thing to me
If I can't have you,
I'll throw my love into the deep blue sea
Sometimes I wonder
Why you can't treat me right
You do good all day
Then you do wrong all night
When you're with me
I'm a thousand times happier than I could ever say
What does it matter
What price I pay
They brag about your sugar
Brag about it all over town
Put some sugar in my bowl
I feel like laying down
I'm pale as a ghost
Holding a blossom on a stem
You ever seen a ghost? No
But you have heard of them
I see you there
I'm blinded by the colors I see
I take good care
Of what belongs to me
I hear your name
Ringing up and down the line
I'm saying it plain
These ties are strong enough to bind
Your sweet voice
Calls out from some old familiar shrine
I got no choice
Can't believe these things would ever fade from your mind
I could live forever
With you perfectly
You don't ever
Have to make a fuss over me
From East to West
Ever since the world began
I only mean it for the best
I want to be with you any way I can
I been in a brawl
Now I'm feeling the wall
I'm going away baby
I won't be back ‘til fall
High on the hill
You can carry all my thoughts with you
You've numbed my will
This love could tear me in two
I wanna be with you in paradise
And it seems so unfair
I can't go to paradise no more
I killed a man back there
You think I'm over the hill
You think I'm past my prime
Let me see what you got
We can have a whoppin' good time

jueves, 25 de marzo de 2010

La increible historia del hombre menguante

Ayer por la noche, tras cocinar unas pizzas ;), me senté con mis hijos a ver La increíble historia del hombre menguante, de 1957. Sucede que un día, mientras navega, al pobre prota le envuelve una niebla misteriosa que le causa una enfermedad jamás vista: cada día es un poco más pequeño y va menguando hasta hacerse diminuto. Fue interesante ver la peli con dos niños de 7 y 8 años, acostumbrados a las maravillas de Pixar y toda la parentela. Pero lo cierto es que se quedaron impactados con esos "efectos especiales" de hace lustros y no les molestó que fuera en blanco y negro. En fin, está bien, muy bien. Intuyo que cada vez podremos ver más cosas de interés común y podré librarme, oh, cielos, del horrible Bob Esponja.
Por cierto que hubo otra anécdota curiosa. Al principio de la peli, mientras se ve a la mujer del futuro
minuscule haciéndose cargo de todo, cocinando, limpiando y comprando, mi hijo de ocho años, con el que nunca he mantenido todavía conversaciones respecto al género, me dijo " ¿Y por qué tiene ella que hacerlo todo?". Fue realmente una noche de dinámicas naturales molonas.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Lo que hay que tragar

De nuevo hoy en "La Contra" (sí, soy fan) una entrevista que no tiene desperdicio. Gustavo Duch, veterinario y fundador de Veterinarios Sin Fronteras habla sin tapujos de un tema tan esencial como es el sistema de alimentación global. "Malbaratamos el medio ambiente del tercer mundo, nos apropiamos de sus recursos naturales y les dejamos el hambre. El sistema alimentario global imperante es muy disfuncional: ¡produce el doble de alimento del que la humanidad necesita..., pero millones de personas siguen hambrientas!", dice Duch, entre otras cosas relacionadas con la pobreza, la salud, la piratería, el atún o los saharauis... Duch acaba de publicar el libro Lo que hay que tragar (Los Libros del Lince), que en La Contra se define como una "minienciclopedia de política y alimentación" que aboga por una desglobalización que recupere la soberanía alimentaria.
Reconozco que me da un poco de pavor pensar en lo que comemos, en especial en lo que comen nuestros hijos. Una va a hacer la compra y recuerda los innumerables emails recibidos sobre lo poco conveniente que es ingerir esto o aquello, sobre las mentiras que se esconden tras ciertos productos que nos venden como símbolos de salud. Sobre los intereses que nos gobiernan, a los que incluso, dicen, les interesa que estemos "un poco" enfermos para así ser clientes asiduos de las farmacéuticas. Sobre los pesticidas, las hormonas, los antibióticos y la madre que los parió. Tengo días de todo al respecto. A veces rayando en la paranoia, deseando comer tan sólo lo más green que me pongan a tiro. Otros, como hoy, estoy más relajada. Creo que para cenar me haré una pizza y un frankfurt, y brindaré por la salud que aún tengo con una jarra de cerveza bien fría. ¡Brindaré también por la vuestra!

viernes, 19 de marzo de 2010

Hoy, sólo una canción

Tonight I'm gonna have myself a real good time,
I feel alive and the world it's turning inside out, Yeah!, I'm floating around in ecstasy
So don't stop me now, don't stop me
Cause I'm having a good time, having a good time
I'm a shooting star leaping through the skies
Like a tiger defying the laws of gravity,
I'm a racing car passing by like Lady Godiva
I'm gonna go, go, go
There's no stopping me
I'm burning through the skies,Yeah!
Two hundred degrees,
That's why they call me Mister Fahrenheit

I'm trav'ling at the speed of light
I wanna make a supersonic man of you
Don't stop me now, I'm having such a good time
I'm having a ball, don't stop me now
If you wanna have a good time just give me a call,
Don't stop me now ('Cause I'm having a good time)
Don't stop me now (Yes I'm having a good time)
I don't want to stop at all.
I'm a rocket ship on my way to Mars
On a collision course I am a satellite,
I'm out of control
I am a sex machine ready to reload
Like an atom bomb about to
Oh, oh, oh, oh, oh, explode!

miércoles, 17 de marzo de 2010

La gran decisión

Me interesó la entrevista de La Contra de ayer a la demógrafa Alicia Adserà en la que afirma que a día de hoy, en España tener muchos hijos es símbolo de estatus. Adserà trabaja y vive en Estados Unidos y cuenta cómo el sistema de flexibilidad de este país le ha permitido tener a sus 42 años tres hijos, uno casi en la universidad y dos adolescentes. Comenta Alicia que sus amigas coetáneas catalanas, o no son madres o si lo son, su hijo es un bebé. "Nada disuade más de la maternidad que la inseguridad económica, la falta de confianza en el futuro y el saber que, si dejas tu empleo para ser madre, tendrás que renunciar a tu carrera y tal vez a un trabajo digno", afirma. Es sabido que la tasa de fertilidad de un país decrece a medida que aumenta la prosperidad, pero a veces sucede, como en España o Italia, que llega a caer por debajo de la tasa de reemplazo, estimada en 2,1 hijos. Cuando los países superan determinado nivel de riqueza, la natalidad vuelve a repuntar, como ha sucedido en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Canadá o Escandinavia. "La prosperidad bien gestionada en un sistema institucional eficiente permite a la mujer tenerlo todo: profesión y maternidad, y a una edad biologicamente más conveniente para tener hijos". Ahora en nuestro país hay cierto incremento de la natalidad causado por la inmigración y porque las españolas preferimos tener los hijos muy tarde antes que no tenerlos, al revés que las italianas, que a cierta edad prefieren renunciar. Sin embargo, Adserà opina que veremos en estos próximos dos años otro descenso marcado. Malos tiempos corren, opino, cuando la decisión de tener o no tener hijos debe ir más allá del sentimiento más esencial del mamífero que llevamos dentro.

viernes, 12 de marzo de 2010

La gran nevada


Ya pasó, aunque hasta hace bien poco todavía existían hogares sin electricidad en localidades de la costa, y eso, con el frío que ha pegado, ha una auténtica putada. Estos días las noticias han ido llenas, por supuesto, de las consecuencias de la que ha sido la nevada más grande de los últimos 25 años. De repente me asalta una sensación que tengo cada vez más a menudo: no sé qué pensar acerca de lo sucedido. Escucho como todo el mundo se queja, como todo el mundo parece saber más que nadie de estructuras y de torres eléctricas, como tooodo el mundo increpa al gobierno y como la oposición pide, como siempre, la dimisión del responsable. Me voy haciendo mayor y mientras que en algunos campos sí noto que adquiero más criterio, en otros siento que los referentes que tenía ya no me sirven. Que no me creo (casi) nada de lo que oigo, en especial a los políticos. Me da rabia que esto me suceda. Veinte años atrás, oía como las personas más adultas que yo decían cosas parecidas a las que yo expongo ahora y no me gustaba nada. Me parecían opiniones de mentes desgastadas, poco posibilistas, de espíritus faltos de energía e ilusión y escasa proyección de futuro. Pero ahora...oh, cielos... me oigo y no doy crédito... Prometo seguir intentando mantener el interés. I'll do my best. (Aprovecho para confesar que yo, el día de la nevada, tuve mucha suerte y la verdad es que me lo pasé.... fetén.)