miércoles, 14 de julio de 2010

Salmones en peligro


En el número de julio de National Geographic ha aparecido un artículo sobre el salmón atlántico que escribí con mucho interés. Poco sabía, la verdad, de la vida de estos fantásticos animales que nacen en los ríos, viajan hasta el mar y vuelven de nuevo al lugar donde nacieron para desovar. La suya es una vida alucinante, que incluye cambios metabólicos drásticos cuando pasa del río al mar y un viaje de miles de kilómetros que los lleva alimentarse en pleno océano Atlántico Norte antes de madurar y volver al río a procrear. El declive que ha sufrido la especie en los últimos años ha hecho que hoy el salmón sólo sobreviva en una veintena de ríos españoles de la cornisa cantábrica y hoy su pesca está controlada. Como siempre, hay gente a la que todo esto les importa menos que un comino y que pretenden hacer siempre lo que les viene en gana. Pero afortunadamente muchas veces no les sale bien. Agentes del SEPRONA (el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil), un cuerpo muy efectivo, sorprendieron a dos furtivos mientras utilizando artes prohibidas capturaban un salmón en el río Lérez. Tres días antes, los agentes habían colocado un radiotransmisor al salmón, previendo las acciones delictivas inminentes. Así los pescaron. Tecnología para la conservación.

viernes, 9 de julio de 2010

Solar Impulse


Hace unos ocho años estuve en un lugar de los Alpes suizos para acudir a una gran congregación de globos aerostáticos entre los que se hallaba uno que había permitido al aventurero Bertrand Piccard dar la vuelta al mundo en 1999. Nieto de August Piccard, inventor del batiscafo, y hijo de Jacques Piccard, quien a bordo del mismo batió el récord del mundo de inmersión alcanzando los 10.916 metros de profundidad, Bertrand se aficionó enseguida a volar. Por ello, en 1993 emprendió el proyecto Breitling, con el cual se propuso dar la vuelta en mundo en globo junto al británico Brian Jones y seis años después, tras dos tentativas infructuosas, lo consiguieron.

Quizá aquel día en Suiza el tipo no pasaba por su mejor momento, pero lo cierto es que me resultó de lo más antipático. Yo estaba embarazada de casi cinco meses, y subí al globo con él y Brian Jones, el copiloto de Breitling, junto a mi amigo fotógrafo Pau Fabregat. Nos habían convocado para hacerles fotos y una entrevista, pero se ve que no estaban de humor y tuvimos que acabar el trabajo a toda prisa con la sensación de que nos hacían un favor. En fin, cosas que pasan.

Ahora de nuevo aparece Bertrand Piccard en los medios. Ha sido el promotor del Solar Impulse, el primer avión solar que, pilotado por su socio, el ingeniero André Borschberg, ha conseguido volar 26 horas y 9 minutos propulsado únicamente con energía solar en un vuelo predominantemente nocturno. Repaso la biografía de Bertrand y leo que estudió medicina y que trabajó en un hospital psiquiátrico. Se especializó en psiquiatría y psicoterapia y su tesis recibió un premio de la Facultad de Medicina de Laussane, en su Suiza natal. Por si fuera poco, es hipnoterapista...

En fin, un tipo curioso que, ahora sí (según mi parecer, claro) ha hecho algo realmente interesante. Lo del Solar Impulse promete. Es un avión cuyas alas, del tamaño de la de un Airbus A340, abarcan 64,3 metros y están recubiertas por 12.000 células solares. Funciona con cuatro motores eléctricos y puede almacenar energía en sus baterías de alto rendimiento.
El reto ahora es dar la vuelta al mundo con cinco escalas en cinco días dentro de dos años. Piccard está convencido del potencial de la energía solar para aplicarla a vuelos comerciales. Eso sí que sería la bomba.... Queda mucho todavía para conseguirlo, pero como reza en su página web, "Todo lo imposible queda por realizar", Verne dixit.



jueves, 1 de julio de 2010

Más y peor


Según me explican desde Plataforma SINC de noticias científicas, un estudio publicado en el Journal of Women’s Health sobre las desigualdades económicas y de salud que sufren las personas mayores de 64 años evidencia que ciertamente las mujeres vivimos más…pero peor. No es nada que vosotras no sepáis, pero ahora es fruto de una investigación científica, lo que al menos a mí, me reafirma… "comprobadamente". «La doble carga de trabajo que las mujeres experimentan a lo largo de su vida (trabajo doméstico y trabajo fuera de casa) es un factor clave para explicar esta diferencia según diferentes estudios», afirma Albert Espelt, autor principal del estudio e investigador de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. El trabajo doméstico tiene menos compensaciones que el trabajo fuera de casa y una mayor prevalencia de enfermedades no mortales como las músculoesqueléticas y las depresivas.» 

A todas las que os falte un rato para los 64, pensad en ello y haced lo que haga falta paraestar fuera de las estadísticas. A todas las que ya estéis en ello y os haya tocado "el gordo", al menos, y con perdón, cagaros en el padre que lo concibió.