jueves, 13 de noviembre de 2008

Cuando los dinosaurios (y nosotros) poblamos la Tierra

Mrs Sarah Palin, que da mucho de sí, está convencida de que los hombres y los dinosaurios coexistieron, cuestión que inquietó mucho al actor Matt Damon 
(y espero que a muchos otros) al valorar su papel como posible vicepresidenta.
(http://www.youtube.com/watch?v=anxkrm9uEJk)
Puede que sea porque confía en el creacionismo, creencia según la cual, Dios creó la Tierra y a todos los seres vivos hace sólo 6.000 años y claro, en tan poco tiempo quizá debieron coincidir en el tiempo los descendientes de Adán y Eva, los de la serpiente, los Tiranosaurus rex, los búfalos, los trilobites, los gusanos y el arcángel san Gabriel en el mismo escenario divino. Palin, en plan enrollado, opina que es bueno que en las escuelas públicas se imparta tanto el creacionismo como la evolución biológica a la hora de abordar el tema del origen de la vida, porque el debate entre la gente joven, dice, es algo bueno. ¿El debate entre qué? ¿Entre la explicación científica y la sobrenatural? ¿Entre lo evidente y lo incomprensible?
Aunque desde aquí la cosa sorprende mucho, según cuenta el biólogo y entomólogo Edward O.Wilson en una entrevista en Estados Unidos el 85% de las personas son creacionistas. De este 85%, un 51% cree que Dios y sólo Él fue el autor de la creación y un 24% cree que, si hubo evolución biológica, fue guiada por Dios. Por tanto, sólo un 15% cree en la evolución tal y como la explica la ciencia.
Estados Unidos es actualmente uno de los países desarrollados más religiosos  y alberga la tercera población de católicos romanos del mundo, tras Brasil y México, según wikipedia. La religión, este «conjunto de creencias y de dogmas que definen las relaciones entre el hombre y la divinidad», según la Larousse, hace ya muchos años que sobrepasó con creces el plano estrictamente personal. Hoy, las creencias de los personajes públicos son escrutadas por los devotos, que consideran que esta cuestión es vital a la hora de juzgar a una persona. En estos tiempos que corren, un candidato a la presidencia que afirmara públicamente no ser creyente no tendría ninguna oportunidad. Sin embargo, los padres fundadores de Estados Unidos, estadistas como John Adams y Thomas Jefferson, presumiblemente laicos, abogaban por la separación entre estado y religión. ¿En qué momento la cosa se desbocó?

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