miércoles, 25 de marzo de 2009
En honor a Galileo
Hace 400 años, el astrónomo italiano Galileo (1564-1642) hizo sus primeras observaciones estelares con un primitivo telescopio y pudo reubicar el orden establecido del universo más cercano: la Tierra no era el centro del cosmos, si no que giraba alrededor del Sol, formando parte de un sistema planetario. Los fundamentalistas religiosos pensaron que esa idea no era lo suficientemente gloriosa para ellos, seres humanos concebidos por el Altísimo a su imagen y semejanza. La Tierra, hogar del Hombre, debía ser algo MÁS que cualquier otro planeta habido y por haber. Ensalzando a Aristóteles y su geocentrismo (hay que recordar que el sabio griego había hecho sus cábalas sobre el cosmos seis siglos atrás) y acusándolo de hereje, Galileo, un hombre del renacimiento contemporáneo de Shakespeare, amante de la ciencia y del pensamiento, fue condenado en 1633 a condena perpetua aunque gracias a sus amistades y sobre todo a su abjuración, el castigo fue conmutado por un periodo de encierro en su propio hogar. En 1642, el mensajero de las estrellas (por su obra Sidereus nuncius) murió ciego y aunque por lo que parece nunca pronunció el famoso Eppur si muove, resultó que sí, que la Tierra se movía y esa idea, en la línea de su predecesor, Nicolás Copérnico, abrió las puertas de la astronomía moderna. En honor a Galileo Galilei, este año 2009 es el Año Internacional de la Astronomía y en Florencia, el Palacio Strazzio alberga una gran exposición sobre el astrónomo titulada “Galileo: Imágenes del Universo desde la Antigüedad hasta el telescopio", desde este mes de marzo y hasta el 30 de agosto.
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