martes, 29 de septiembre de 2009

You turn me on

Esta rana arborícola cubana (Osteopilus septentrionalis) debía estar imaginando una apetitosa luciérnaga cuando se zampó una de las lucecitas que adornaba el jardín de James Snyder, autor de esta imagen que fue elegida la mejor entre las recibidas en National Geographic el pasado mes de agosto. Snyder  supuso al principio que la audaz rana estaba muerta, pero se equivocó. Tras hacerle la foto, Snyder tiró cuidadosamente del cable y la pequeña bombilla salió intacta del estómago de la rana, sin ningún perjuicio para ninguna de las dos. Cuentan que tras el incidente la rana optó por la dieta vegetariana. Pero no le duró mucho la racha. En cuanto se le pasó el susto, recordó la estupenda sensación de estar iluminada por dentro y se convirtió en perpetua reincidente. 

sábado, 26 de septiembre de 2009

Batman, you can!

Paso unos días en Barcelona, y me quedo a dormir cerca de la Sagrada Familia, un barrio en el que viví hace años y que frecuento con regularidad. Veo el archifamoso templo de Gaudí desde la ventana, rodeado de gigantescas grúas y andamios, la misma estampa que observaba cuando era vecina de este distrito de l'Eixample Dreta, hace más de quince años. A mí, sinceramente, nunca me ha gustado la Sagrada Familia. Pero no sé si es porque la encuentro tétrica y triste o porque el ambiente que se ha generado a su alrededor es un auténtico coñazo. Pasear por los aledaños de una de las iglesias monumentales más visitadas del mundo es un suplicio. Con todos los rebaños de turistas detenidos a todas horas frente a las torres sacando fotos, los chiringuitos de souvenirs y la troupe de mujeres del este que han hecho de la mendicidad su forma de vida, me entran ganas de esquivar cómo sea el monumento, pero es imposible cuando se intenta salir de la boca del metro. Llego a casa, anhelando un poquito de tranquilidad, y al cabo de unos minutos suena el carrillón electrónico que me deleita, un montón de veces al día, con las notas del Rosa d'Abril, La Moreneta, Rossinyol que vas a França o El ball de la Civada. Qué guay.
Sin embargo, desde que sé que Batman ha llegado a Barcelona, tengo esperanzas de que este sinvivir llegue pronto a su fin. Por lo que cuentan, el Hombre Murciélago anda instalado en una de las torres del templo expiatorio, sin duda preparando un plan de ataque para los que pensamos que sólo un superhéroe podrá resolver esta situación. Por favor, Batman, haz algo: Llévate a toda esta peña de aquí, y ya de paso, al carrillón y a Subirachs, si no es pedir demasiado.¡Sí, tu puedes!

viernes, 25 de septiembre de 2009

Trust in a bottle

En La Contra de hoy, que les recomiendo leer, el psicólogo Kenneth Nowack, experto en inteligencia emocional, habla entre otras cosas de la oxitocina como clave para la confianza y la colaboración con los demás. El otro día escribí aquí sobre el estudio realizado por Paul J. Zak al que Nowack hace referencia y vuelve a sorprenderme el poder de las hormonas. Mientras busco en Google algunos datos más sobre esta sustancia maravillosa que las mujeres segregamos en mayor cantidad que los hombres (oxitocina versus testosterona), me aparece a la derecha un enlace con la web de Liquid Trust Spray. Resulta que el laboratorio Vero Labs de Nueva York, dedicado a desarrollar productos que fomentan y mejoran las relaciones interpersonales, ha comercializado ya un spray de oxitocina, el Liquid Trust. Si nos lo ponemos por la mañana para ir a trabajar y luego por la tarde antes de salir a socializar, notaremos, dicen, como la gente de repente deposita un alto grado de confianza en nosotros, con el resultado de un alto nivel de éxito social. En el portal, una mujer dibujada explica con voz aterciopelada las maravillas del producto, y algunos de los testimonios aseguran sentir, tras ponérselo, una "euforia extraña". En fin, lo que muchos lográbamos hasta ahora con otro tipo de sustancias, parece que estará a nuestro alcance en formato spray. Si es cierto que funciona, compremos ya un montón de ellos pues seguro que en breve lo declararán ilegal. ¿Todos contentos y con la autoconfianza a tope? ¡Qué peligro! , pensarán algunos.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Insecto hoja











Esta es la foto del día de ayer según National Geographic Magazine. Un insecto hoja de la especie Phillium giganteum, originario de Malasia, delata su identidad únicamente por sus ojos y antenas. Mimetismo y camuflaje casi total.

En algún lugar allí fuera

Esta panorámica del centro de la Vía Láctea se ha realizado desde un telescopio aficionado en el Observatorio Europeo Austral, al norte de Chile. Son 1.200 imágenes unidas obtenidas tras 200 horas de exposición a lo largo de 29 noches por el fotógrafo y astrónomo francés Stéphane Guisard, que dirige el equipo de ingenieros del Very Large Telescope del observatorio. Entrando en la web del portal del Colegio Oficial de Físicos se accede a la imagen, y una vez en ella se puede hacer un zoom en la parte de nuestra galaxia que les parezca más sugerente. Es ideal para los días en que uno se siente en plan «to be or not to be». El vértigo que da el mogollón estelar en el que estamos inmersos... o cura o mata.

Sydney in red

Mientras que ayer, en la sede de la Asamblea General de las Naciones Unidas de Nueva York, el presidente de la ONU Ban Ki Mon ofrecía a 25 líderes mundiales una cena de trabajo para acercar posiciones en la lucha contra el cambio climático, en Sydney, Australia, se levantaban hoy envueltos en una tormenta de arena en forma de inmensa nube roja. La fuerte sequía que padecen las zonas interiores de este país ha favorecido que los vientos procedentes del desierto, que han superado los 100 kilómetros por hora, hayan levantado a su paso miles de toneladas de suelo fértil. Los habitantes de Sydney pensaron primero que estaban cercados por algún incendio forestal cercano. Todos recuerdan vívidamente los terribles incendios forestales acaecidos en febrero de este año en el estado de Victoria. Causaron la muerte de casi 200 personas, hirieron a otras 500, destrozaron dos millares de casas y arrasaron con 450.000 hectáreas de terreno. El origen se desconoce, pero se gestó un día en el que varias localidades sufrieron las temperaturas más altas de las que se tiene registro desde hace 150 años.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Alucinando por un tubo


Cuando el viento solar, repleto de partículas cargadas, colisiona con la atmósfera terrestre inducido por el campo magnético, se forman las fabulosas auroras, boreales o australes, según en el hemisferio en que se generen. En el momento en que los protones y electrones procedentes del sol chocan con los átomos y moléculas de nitrógeno y oxígeno de la atmósfera, se da un incremento enorme de energía. Luego, al liberarse la sobrecarga, se originan esas luces fantásticas que vienen siendo observadas por científicos de todos los tiempos. Se ven sólo en los meses cercanos a los equinoccios porque es cuando las tormentas geomagnéticas son más frecuentes. El telescopio Hubble, cuando estaba en buena forma, logró captar también auroras en planetas como Júpiter y Saturno, dotados también de un potente campo magnético. La explicación fue planteada tras siglos de observación, hipótesis y teorías. Nunca fue fácil dar en el clavo a la primera. Este fin de semana, paseando por Ginebra, visité el Museo de la Historia de las Ciencias, un precioso edificio orientado hacia el lago Leman que alberga una interesante colección de instrumentos científicos algunos de los cuales cuentan con más de seis siglos de antigüedad. Me llamó la atención el simulador de auroras boreales que Auguste de la Rive presentó en el Observatorio de París en 1863. Combinando electricidad y magnetismo, logró reproducir el efecto luminoso en su máquina reproductora de auroras, de las que sólo existen tres ejemplares en todo el mundo. No atinó todavía a descifrar que el origen de las partículas eléctricas procedía del sol, pero por lo demás recreó a la perfección el fenómeno en su invento. Además del artefacto de de la Rive, hay muchos otros bártulos que vale la pena observar. Creaciones a mis ojos alucinantes que hombres fascinados por el conocimiento construyeron para iluminar el camino infinito hacia el saber científico.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Bombas de luz





















Aunque el océano cubre más del 70% de la superficie de la Tierra, se estima que sólo se conoce un 10% de la biodiversidad que contiene. La súper masa de agua salina alberga un inmenso mundo desconocido y los científicos que se sumergen en sus profundidades hallan a menudo organismos jamás vistos con anterioridad. Eso es lo que les pasó a un grupo de investigadores del Scripps Institution of Oceanography de San Diego, California cuando recolectando especies en el Pacífico a entre 1 y 4 kilómetros de profundidad descubrieron un grupo nuevo de gusanos de entre 1,7 y 9 centímetros de longitud cuya peculiaridad más relevante es su capacidad de arrojar a sus depredadores una especie de miniglobos que tras ser lanzados se vuelven intensamente brillantes durante un lapso de tiempo. Unos segundos preciosos que otorgan al «bombardero verde» tiempo suficiente para desaparecer en la oscuridad de las aguas.
Por el momento han sido descubiertas hasta siete especies de estos animales tan asombrosos. El primero, que ha sido descrito en Science recientemente, ha recibido el nombre de Swima bombiviridis. A Frank Schätzing, autor de la trepidante novela «El quinto día», protagonizada por un súperorganismo brillante surgido de las cotas abisales, seguro que le encantará.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Oxitocíname

La oxitocina fue aislada por primera vez por el científico Vincent Vigneaud en 1953 junto con otra hormona similar, la vasopresina, en 1953, lo que le llevó a ganar el premio Nobel de química en 1955. Esta sustancia segregada por células especializadas actúa como mensajero químico y tiene un papel relevante en nuestra propensión a amar y a confiar en los demás. Hace pocos años, Paul J. Zak, profesor de economía y fundador del Center for Neuroeconomics Studies en la Claremont Graduate University, publicó en Science y en PLOs un artículo que revela que la susodicha hormona es puntal para mejorar nuestros vínculos interpersonales así como las relaciones en los negocios y a nivel político. Este experto en macroeconomía alega que la confianza es un sentimiento básico en las sociedades humanas, indispensable en la amistad, en el amor, en la familia y que juega un papel clave en los intercambios económicos y políticos. La confianza contribuye al éxito económico, político y social y la oxitocina, dice, es el pegamento de la sociedad, tan simple y tan complejo. Para avalar su teoría, Zak y su equipo experimentaron con 68 hombres jóvenes y no probaron con mujeres para evitar posibles efectos en el ciclo menstrual o incluso abortos espontáneos. Les administraron vía spray nasal oxitocina a 34 de ellos y placebo a los tantos restantes y comprobaron que en un 80%, los felices inhaladores de oxitocina verdadera manifestaron mayores dosis de confianza en el mundo mundial.
La oxitocina tiene acciones interesantes en el cerebro. Genera excitación sexual, favorece el establecimiento de lazos afectivos, aumenta la confianza y reduce el miedo social, aumenta la generosidad y la empatía. Su efecto en la confianza no es debido a un incremento en la predisposición general a afrontar riesgos, afirma Zak. Lo que ocurre es que afecta a la buena disposición individual para aceptar riesgos sociales derivados de las interacciones interpersonales.
Las personas que se sienten enamoradas presentan concentraciones más altas de oxitocina. Cuando esta sustancia se combina con otras como la feniletilamina, la serotonina y la dopamina, el embelesamiento y la pasión sexual alcanzan límites insospechados. Sin embargo, las relaciones entre los elementos de la Tabla periódica pueden ser de lo más inestable y lo que ayer fueron moléculas en perfecta sincronía, pasado mañana podrían ser reacciones peligrosamente explosivas. Cierto es que quien no arriesga no gana; si alguien siente que la oxitocina lo subyuga avasalladoramente lo mejor es que no dude en tirarse a la piscina. Aunque estaría bien tener un botecito del spray de Zak a mano, just in case.

Resiliencia global

Según un artículo utilizado para el informe «Recursos mundiales. Las raíces de la resiliencia: aumentar la riqueza de los pobres», realizado por las Naciones Unidas, la capacidad de resiliencia de una sociedad parece estar estrechamente vinculada a la de los ecosistemas, en especial para las comunidades que dependen directamente de los recursos naturales para sobrevivir.

Me interesa el concepto resiliencia porque presupone un modelo de gestión a largo plazo integrador, que trata a todos los agentes como un todo y no como partes individuales. Me hace pensar mucho en la teoría Gaia de James Lovelock. Si aquél hablaba de la Tierra como un organismo desde el punto de vista de la ecología, parece que la posibilidad de aumentar la resiliencia “general” podría estar íntimamente conectada a un planteamiento económico que apuesta por empresas que, diseñadas adecuadamente, incrementarían la capacidad de comunidades y ecosistemas de afrontar las adversidades y los cambios sociales, ambientales y políticos y además salir fortalecidos de ellos. Como no podía ser de otra manera, la resiliencia social y ecológica tienen una relación de dependencia y, cuando una parte es menos vulnerable, la otra sale fortalecida. El artículo se refiere a una comunidad del norte de Vietnam cuyos manglares han sufrido grandes cambios debido a actividades agrícolas y acuícolas que fueron delegadas a manos privadas. Aunque los números auguraban ganancias superiores a las que se hubieran conseguido mediante la gestión comunal tradicional, los resultados redundaron en pérdida de la propiedad comunal, fragilidad y desestabilización de los ingresos de la comunidad local y daños directos en un ecosistema, el manglar, que sustenta una rica biodiversidad y protege el sistema costero. Los números “no cantan”, a veces se equivocan porque se constriñen a un plazo demasiado corto de miras. Y, ya lo vamos sabiendo, casi todo lo que sucede a escala global en el planeta Tierra presenta tal complejidad que no deberíamos permitir que los responsables de su gestión sean muchas veces meros contables ignorantes.