Tras leer el artículo que National Geographic publica este mes sobre el desastre del vertido que BP ha causado en el golfo de México, me quedo un rato totalmente "pallá". Ya me había hecho una idea de lo grave de la situación, pero no sabía que BP, para ahorrarse dinero, había explotado el fatídico pozo Macondo de forma... ¿cómo decirlo? "sorprendente", según palabras del director de la Agencia de Seguridad en Operaciones Petroleras. Los sistemas de seguridad no funcionaron como debían, la mayoría del personal era subcontratado, tenían como asesor de emergencia a un biólogo marino MUERTO HACÍA AÑOS y ofrecía la dirección de una página de Internet japonesa de entretenimiento como fuente de equipamiento en caso de vertido accidental. Parece, que estos "deslices" se han detectado también en planes de emergencia de otras petroleras, que han creado sus protocolos de actuación a base de un "corta y pega" de planes más antiguos realizados en el Ártico. Pero bueno... ¿cómo es posible?, me pregunto, sabiendo que me hago una pregunta que los magnates despreciarían por flower-power.
El accidente de la torre de perforación Deepwater Horizon en el pozo Macondo, en el golfo de México, ha supuesto un derrame que equivale a un Exxon Valdez cada cuatro días. Súper. Ahora, el listón ya está más alto. Si el próximo vertido –que lo habrá, porque estamos perforando cada vez a más profundidad con los peligros acuciantes y al alza que eso conlleva– ya es algo menor que éste que ha provocado la avaricia sin límites de BP, algunos hasta suspirarán aliviados. Nuestra adicción al petróleo (y al dinero) alcanza ya límites patéticos.
Parece mentira que seamos tan estúpidos para seguir erre que erre sin tomar, ya mismo, medidas alternativas que están más que estudiadas. Pero no. El otro día vi en la tele que Obama había puesto fin a la moratoria existente que durante más de dos décadas ha impedido las prospecciones petroleras y gasísticas en toda la costa de los Estados Unidos, a excepción de la del golfo de México. Se supone que así ganará apoyos en el bando republicano para sus proyectos para combatir el cambio climático. De verdad de verdad que es para proponer un apaga y vámonos. Sin embargo no se me ocurre a dónde.
viernes, 15 de octubre de 2010
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